El Purple day – 26 de marzo- es el día internacional de la epilepsia. 65 millones de personas padecen esta enfermedad, por tanto es muy importante crear más conciencia sobre este tema. Los humanos no son los únicos que sufren este desorden, existe también la epilepsia en perros y gatos. Aunque los casos no se pueden todavía cuantificar, se sabe que es una de las enfermedades más comúnmente diagnosticadas en las clínicas veterinarias.
Con respecto a la epilepsia en los perros, hay mucho que se tiene que hacer todavía… de hecho, existe una falta de comunicación entre los profesionales y los propietarios de los perros que afecta al diagnóstico y a la prescripción del tratamiento.
International Veterinary Epilepsy Task Force
“La epilepsia en los perros: de cara al futuro tenemos muchas ganas de seguir el viaje que hemos empezado con tanto éxito. No tengo ninguna duda de que este trabajo tendrá el impacto que esperamos y ofrecerá un mejor cuidado a nuestros pacientes.”
¿Qué es la epilepsia?
Es un desorden en el que los perros sufren ataques físicos incontrolables y recurrentes debidos a un trastorno cerebral.
Las causas de la epilepsia en perros:
Se piensa que la epilepsia puede ser genética o debida a causas específicas desconocidas. Los expertos han elaborado una lista de posibles causas:
1) Entorno
Las convulsiones pueden ocurrir si tu perro ha comido algo venenoso o se ha golpeado la cabeza contra algo (por ejemplo, en casa o en el jardín).
2) Enfermedades
Las crisis pueden ser el resultado de pequeños daños causados al celebro. Esto puede ser debido a un fuerte golpe en la cabeza o a una falta de oxígeno al cerebro durante un parto difícil.
3) Genética
Hay algunas razas de perros que son más propensas a sufrir epilepsia primaria. Estas razas incluyen:
- Pastor Alemán
- Border Collie
- Labrador Retriever
- Beagle
- Pastor Australiano
- Collie
- Pastor Belga Tervuren
4) Sexo
La Asociación Veterinaria Australiana afirma que los perros machos son más propensos a sufrir epilepsia que las perras hembras.
5) Edad
La epilepsia Primaria (ver genética arriba) se da más en los animales jóvenes, hasta los 6 años de edad.
Crisis epilépticas
Las señales
Algunos perros pueden percibir que van a sufrir una crisis y buscan a su propietario para que se quede a su lado. Con el tiempo podrás notar una rutina en el comportamiento del perro antes de un ataque.
¿ Cuándo se presentan las crisis epilépticas?
Tu perro es más susceptible a un ataque mientras está en reposo. Es muy poco común (pero posible) que tenga una crisis mientras está haciendo ejercicio. En general, las convulsiones se presentan por la noche y, también, en temporadas caracterizadas por estrés y ansiedad.
¿Qué le pasa a mi perro durante una crisis?
Tu perro estará inconsciente y no te podrá oír.
Muchos perros se caen de lado y empiezan a mover las patas (como si estuvieran corriendo). Algunos perros pierden el control de los intestinos y de la vejiga, se quejan y gritan.
Una crisis dura en media de dos a cuatro minutos.
Mide la duración de las convulsiones de tu perro. Esta información será muy útil a tu veterinario.
¿Qué debería hacer durante una crisis?
- Lo más importante – mantener la calma
- Nunca pongas las manos o los dedos cerca de la boca del animal
- Apaga la televisión y asegúrate que la iluminación no sea demasiado fuerte
- No interfieras ni toques el perro (hazlo sólo si él se pone en peligro a si mismo)
- Retira todo lo que haya alrededor de tu perro y que lo podría perjudicar
¿Qué le pasa a mi perro después de un ataque?
La mayoría de los perros se sentirán aturdidos y confundidos después de la crisis. Esta desorientación puede durar de 10 minutos a 24 horas. Algunos perros no se dan cuenta de lo ocurrido y siguen con lo que estaban haciendo antes de las convulsiones sin mostrar ninguna consecuencia evidente.
¿Qué tendría que hacer después de que mi perro haya sufrido una crisis?
Si las convulsiones duran menos de dos minutos
Si las convulsiones duran menos de dos minutos, deja que tu perrete se recupere tranquilamente. Vente minutos después de que acabe el ataque, llama a tu veterinario. Si no es la primera vez que tu perro sufre una crisis, el veterinario os podría pedir que lo lleves a su consulta para un control.
Si las convulsiones duran más de cuatro minutos
Diagnosticar la epilepsia en perros
La epilepsia en perros es difícil de diagnosticar. En la mayoría de los casos, tu veterinario no estará contigo durante una crisis. Haz fotos y vídeos que podrás enseñar a tu veterinario y toma notas de los detalles del ataque.
El IVETF se dedica a los estudios de la epilepsia en perros y a la planificación de los tratamientos para poder luego instruir y aconsejar a los veterinarios, los criadores responsables y los propietarios.
– La doctora Clare Rusbridge de la Universidad del Surrey y Fitzpatrick Referrals dice –
“La resonancia magnética es una prueba importante para el diagnóstico de la epilepsia. Es necesario que haya un verdadero protocolo que facilite los exámenes más detallados de las zonas más sensibles que generan los ataques…”
Además de la RM, tu veterinario podría pedirte también las análisis de la sangre, de orina, rayos X y análisis de líquido cefalorraquídeo para descartar otras posibles enfermedades.
Con respecto a la epilepsia en perros, el IVTEF recomienda que tu veterinario tenga en cuenta:
- el mejor momento para empezar el tratamiento
- cuáles son las mejores medicinas
- cuando hay que cambiar el tratamiento para tener resultados exitosos
¿Cómo es vivir con un perro epiléptico?
Desafortunadamente, no se puede curar la epilepsia por completo. Pero podemos utilizar algunos medicamentos para controlar los ataques.
Es fundamental tener paciencia y dar al veterinario el tiempo necesario para encontrar la justa combinación de medicamentos que ayuden a tu perro. Este proceso puede tardar meses. En estos meses se hacen muchos controles de la sangre para asegurarse que los niveles presentes del medicamento sean los correctos.
En la primera fase del diagnóstico tendrás que ir muy a menudo a ver tu veterinario y tendrás que medicar a tu perro diariamente. Es muy probable que tu perro tenga que tomar medicación cada día para el resto de su vida.
Después de algunos meses y cuando tu veterinario esté satisfecho con el resultado alcanzado, las visitas a su consulta disminuirán. (De media tendrás que ir dos veces al año para los controles)
Medicación
Existen tres medicamentos principales que se utilizan para tratar la epilepsia en perros:
1. Bromuro
En línea general se suministra en forma líquida junto a la comida (puede causar náuseas si se toma con el estomago vacío). El bromuro permanece en el cuerpo mucho tiempo y se toma una vez al día. Si tu perro sufre de crisis epilépticas repetidas en brotes, el bromuro podría ser prescrito en adición al Fenobarbital.
2. Fenobarbital
La medicina más comúnmente utilizada por el tratamiento de la epilepsia en perros es el Fenobarbital (llamado también fenobarbitona). Está disponible en tabletas o en forma líquida y se administra dos veces al día. En muchos perros, los efectos secundarios que se presentan son el aumento del apetito, de la sed y de la somnolencia.
3. Diazepam
El Diazepam (o Valium) se utiliza para parar las convulsiones mientras se presentan. Por lo general se utiliza estrictamente para las convulsiones prolongadas y se puede administrar en forma de supositorio o inyección. Este medicamento debe utilizarse con moderación ya que el perro puede convertirse rápidamente en dependiente.
¿Qué puedo hacer para que el tratamiento tenga éxito?
Para ayudar tu perro, tendrás que tener en cuenta estas cosas:
Mantener rutinas
Administra la medicina a tu perro cada día a la misma hora. Tu perro se volverá pronto dependiente de la cantidad de medicina presente en su cuerpo. La falta de administración del medicamento podría llevar a una disminución de esta cantidad y a una consecuente crisis.
Mantener un registro
Como mencionamos anteriormente, es muy importante tener un registro de las crisis del perro. Esto ayudará tu veterinario a entender mejor tu perrete. Cada caso de epilepsia es diferente y, por lo tanto, si los ataques de tu perro se volviesen más frecuentes, el veterinario tendrá que saberlo para poder cambiar el tratamiento aplicado inicialmente.
No cambiar nada
No cambies nada antes de consultar tu veterinario. Esto incluye cambios en la alimentación, en la medicación y su dosificación. Ten en cuenta que ¡los expertos son ellos, no tú!
Cuéntanos tu historia
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