Ir al parque regularmente es una de las ventajas de tener perro o de ser canguro. No hay nada más relajante que jugar o caminar plácidamente junto a tu peludo después de un largo día en el trabajo.
Si vas a menudo al parque, seguramente te habrás topado con toda clase de propietarios…
1. El que siempre “olvida” las bolsitas para la caca
Siempre hay alguien en el parque que pide bolsitas para la caca cuando su perro deja un regalito en la hierba. Aparentemente siempre usa la última justo antes de pedir una nueva (¿o será que no ha comprado nunca?).
2. El dispensador de chuches
Este propietario llega lleno de chuches que reparte a toooodos los perros del parque sin preguntar. Aunque la intención sea buena, para algunos puede resultar un poco pesado si justamente estás intentando educar a tu perro, porque no te gusta que tu perro acepte comida de extraños o, incluso peor, porque tu perrete es alérgico.
3. El pelota-fóbico
Algunos perros tienen la manía de robar pelotas, la cogen y no hay manera que la devuelvan. Sabemos que es un hábito difícil de cambiar, pero pasar todo el rato advirtiendo al resto de propietarios de la manía de su perro y sugiriendo no jugar con la pelota es demasiado.
4. El fashionista que no quiere que su perro se “ensucie”
Todos los propietarios de perros sabemos que eso de llevar a nuestros peludos vestidos al parque no es una buena idea. Pero siempre hay alguno que no se entera y pasa el día entero intentando que el pobre perrete ni se mueva para no “ensuciarse”.
5. El propietario que lo “sabe todo”
Aprender un nuevo truco o recibir consejos de otro propietario siempre se agradece, pero siempre hay alguno que va de sabihondo. Aunque intentes explicarles que tu método es diferente (sobre todo con aquellos que usan el refuerzo negativo), siempre intentarán hacerlo -y que lo hagas- a su manera.
6. El “César Millán”
Los paseadores de perros son unos cracks, lo sabemos. Ver a una persona llevando a 10 perros mientras tú te vuelves un lío con solo uno… Pero siempre hay uno que va del rollo “César Millán” demostrando una gran confianza, tranquilidad, control… mientras que los perretes lo que quieren es irse a jugar.
7. El primerizo
Los cachorros también pueden jugar un poco rudo de vez en cuando. Es normal y de esta manera aprenden límites y el respeto a otros perros. El problema es que siempre hay un propietario “primerizo” que en lo que tiene oportunidad, coge al perro y se lo lleva del parque para “protegerlo”.
8. El amante de las “razas puras”
Sin importar si se trata de una raza definida o un mestizo, siempre hay algún propietario que se encarga de informarte sobre la “genética” de tu peludo, usualmente de forma negativa. Su perro, sin embargo, es prácticamente perfecto.
9. ¿El móvil o el perro?
Aquí nadie está exento de esta situación. Muchas veces cuando vamos al parque estamos más atentos al móvil que a nuestro perro… ¡Hay que admitirlo! Pero estar pegado al Facebook, Instagram o al Whatsapp no es una buena idea si tu perro está dándose un banquete con el picnic de otra persona, haciendo caca o tratando de jugar con un perro que no está de buen humor.
10. El “monitor” de perros
No importa si tu veterinario te ha dicho justamente lo opuesto, este propietario sí que sabe. Siempre te dirá si tu perro está un “poco gordito” o “algo delgado” o que “se nota que no hace mucho ejercicio”… El tema es que siempre hay algo malo.
11. Los compra accesorios para perros compulsivos
¡Qué correa más chula!, ¡Me encanta el collar!, ¡Qué portabolsitas tan mono!, ¿Dónde has comprado esas chuches? Este propietario necesita estar a la última moda cuando se trata de su perro.