Es común que los perros muestren comportamientos agresivos cuando protegen lo que consideran su propiedad. Algunos perretes pueden sentirse protectores de sus humanos, de algunos sitios u objetos, pero esto se debe en parte a su instinto. Nuestros peludos domesticados aún tienen mentalidades similares a las de sus familiares salvajes – poseer recursos se considera fundamental para su supervivencia.
Pero en tu hogar, el comportamiento territorial puede convertirse en uno agresivo, incluso puede ser peligroso, disgustando a tu familia y a todo aquel que vaya a visitarte. Si tu perro ladra o intimida a tu invitado, probablemente quieras dejar de invitar a la gente para evitar el estrés que genera la situación. A pesar de que esto reduzca los ataques de tu perrete, no resuelve el problema subyacente. Es un tema que sin duda alguna tiene un gran impacto en tu vida social.
Ser dueño de un perro territorial puede compararse con tener una bomba de tiempo con la que no sabes que hacer. Pero si no trabajas con tu perrete para ayudarlo a construir su confianza, o para que sepa quién es el jefe, el problema puede convertirse en un ciclo vicioso. Continúa leyendo para descubrir qué puede estar causando esta agresión territorial en tu perro y qué puedes hacer para mantenerlo bajo control.
¿Qué es la agresión territorial en los perros?
El comportamiento territorial es una manera en la que los perros dicen: “Esos juguetes, esa comida, estos humanos – son míos, ¡quita tus patas de encima!”. Sin embargo, el comportamiento territorial puede transformarse en agresión hacia la persona o perro que vea como una amenaza. Los perros territoriales muestran agresión frente a personas desconocidas o animales que se encuentren alrededor de su propiedad, sea su comida, sus juguetes – o su sitio favorito para hacer una siesta. Si se trata de alguien que no conoce, esas visitas, sonidos y acciones harán que tu perrete se sienta ansiosos, a la defensiva o alerta, ya que lo que ven como una amenaza.
Tal vez pienses que la agresión territorial es un acto de dominación, pero en realidad usualmente surge porque tu perro tiene muchas inseguridades. Este comportamiento es una manera que tiene tu perro de controlar quién tiene permitido estar cerca de su propiedad para que él pueda sobrevivir y se sienta seguro. En los ojos de tu perro tus invitados son transgresores no deseados que amenazan la seguridad de toda su familia.
Sin embargo, la agresión territorial no se restringe solamente a tu hogar. Es posible que tu perrete sienta que debe protegerte a ti y a tu familia, sin importar donde se encuentren. Si visitas a tus amigos, te encuentras en el parque o te has juntado a tomar un café en un bar dogfriendly, nuestros compañeros caninos pueden sentir un impulso compulsivo de proteger a las personas que más aman. Lo mismo puede decirse respecto al reclamo de lugares u objetos fuera de casa. Un perro puede ser agresivo y proteger un banco en el parque o un sector de hierba que ha declarado propio.
Todo perro territorial quiere lo mismo – que la persona o el animal se vaya. Cuando esa persona se aleja, luego de la agresión mostrada por tu perro, tu mejor amigo peludo creerá que cada vez que le ladre a alguien, obtendrá lo que desea. Es por esto que la agresión territorial es un proceso muy lento y serio de corregir. Pero existen algunos pasos a seguir que pueden controlar la agresión territorial de tu perro que mencionaremos más adelante.
¿Qué genera una agresión territorial en los perros?
Tu perro puede defender agresivamente las cosas que más valora porque gracias a esta acción de defensa ha logrado obtener todo lo que quería en el pasado. Esto puede convertirse en un comportamiento aprendido y una respuesta por defecto cuando te protege a ti, tu casa, sus juguetes o su comida. Pero hay otras causas no tan obvias que pueden ser las razones por las cuales tu peludo es agresivo a nivel territorial.
- Poca socialización cuando era cachorro: Si tu perro tuvo poca socialización cuando era un cachorro, es posible que no entienda como actuar apropiadamente alrededor de otros perros y personas. La socialización de tu cachorrito en una temprana edad le otorga a tu perrete las habilidades que necesita para sentirse confiado y feliz en nuestro mundo humano. Al jugar con otros perritos aprende los secretos del idioma perruno que le ayudará a la hora de llevarse bien con otros amigos caninos.
- Malas experiencias en el pasado: Las malas experiencias pueden perdurar por muchos años en la mente de tu mejor amigo de cuatro patas. Suele ser el caso de muchos perros que han sido rescatados y a los que se les ha encontrado un nuevo hogar.
- Un asunto médico subyacente: Esta también podría ser una causa de la agresión de tu peque. Si tu peludo suele ser un perrete afectuoso pero de pronto ha cambiado su actitud, podría deberse a que siente dolores. Observa el lenguaje corporal de tu perro y detecta alguna señal de incomodidad o malestar. No examines su cuerpo, ya que tu perrito podría saltar de dolor. Pide una cita con tu veterinario para que pueda examinar a tu mejor amigo de manera segura.
- Cambios en el ambiente: La agresión territorial puede generarse debido al ambiente en el cual se encuentra tu perro. Si tu patio tiene una cerca donde se puede ver a varios peatones circulando, escuchar y ver intrusos permanentemente puede generar que tu perro sienta que necesita vigilar y proteger su hogar. Lo mismo puede ocurrir si se encuentra frente a una ventana que mira hacia una calle transitada.
- Tu perro piensa que es el macho alfa: Los perros pueden ser agresivos hacia los miembros de tu familia si sienten que su estatus de macho alfa ha sido desafiado. Tu peque puede ser una mascota familiar afectuosa casi todo el tiempo, pero si piensa que alguien lo ha sobrepasado, puede responder de manera agresiva.
- La raza de tu peludo: Algunos perros son naturalmente más difíciles de entrenar que otros. Si bien es cierto que algunos perros son mentalmente más independientes, incluso tercos si no han sido entrenados como corresponde, no hay una evidencia concreta que sugiera que determinadas razas son más agresivas que otras.
¿Cómo detecto que mi perro es agresivo a nivel territorial?
Los perros territoriales pueden ser un peligro para tu familia, desconocidos y otros animales. Por este motivo, es importante que seas capaz de identificar los comportamientos que tu peque puede mostrar antes de que hiera a alguien. Como dueño de un perro agresivo, es tu responsabilidad asegurar la seguridad de todo aquel a tu alrededor. Al observar estas señales estarás mejor preparado a la hora de buscar ayuda o cuando decidas utilizar un entrenamiento adecuado para corregir el problema.
Ladridos agresivos, golpes, embestidas y mordiscos son señales claras de que tu perro está tratando de advertirle a los invasores potenciales que se alejen de su propiedad. Pero la agresión de tu perro puede estar alentada por el dominio o el miedo, siendo el miedo la causa más común.
Estos son algunos de los comportamientos de un perro dominante con agresión territorial:
- Gruñidos
- Ladrido excesivo de bajo rango
- Estar de pie con la frente en alto
- Chasquidos
- Orejas para arriba
- Cola en alto moviéndose de lado a lado
- Mirar fijamente
- Con tendencia a atacar o morder sin dar una señal previa
Los comportamientos que puedes notar en un perro miedoso con agresión territorial son los siguientes:
- Orejas para abajo
- Evitan el contacto visual
- Cuerpo y cabeza baja
- Cola metida entre las piernas
- Orina sumisa
- Puede morder por miedo si alguien lo toca
Cómo lidiar con la agresión territorial en los perros
Respecto a la agresión territorial, el problema surge normalmente por un comportamiento aprendido con el paso del tiempo, por ende es importante permanecer realista respecto a tus expectativas. Un programa de entrenamiento te ayudará a controlar o a manejar el comportamiento de tu perrete, en lugar de curarlo. Existen algunos métodos efectivos que ayudarán a tu peludo a afrontar este tema y reducir el número de incidentes agresivos. Puedes aplicar estos métodos en casa.
¿Debería pedir ayuda de un experto en comportamiento perruno?
Si tu perro ha atacado a otra persona previamente o si protege su propiedad excesivamente, es posible que sea tiempo de buscar la ayuda de un experto en comportamiento perruno. Un profesional tendrá experiencia lidiando con problemas de comportamiento y trabajará con tu perro para identificar el disparador o desencadenante mientras construye su confianza, por medio de técnicas de entrenamiento positivas.
El problema puede ser más severo cuando reforzamos accidentalmente los comportamientos que no queremos ver. Si tu perro le ladra a otras personas agresivamente mientras está sentado sobre tus piernas y tu lo acaricias para reconfortarlo, tu afecto estará recompensando su mal comportamiento. O tal vez cuando tu perro era un cachorrito, cada vez que tu tratabas de quitarle un juguete, tu perrito te gruñía por lo que tu cedías y se lo devolvías. Con el paso del tiempo estos hábitos pueden transformarse en una agresión más severa cuando las personas se acercan a sus juguetes o a su comida.
¿Cómo puede ayudar un experto en comportamiento perruno?
El objetivo del entrenador es ayudar a controlar las emociones de tu perro y las reacciones perrunas en situaciones de estrés. Ayudará a desensibilizar a tu perrete de sus disparadores y te brindará técnicas de manejo para frenar estos comportamientos agresivos perrunos. Además, es posible que te facilite un plan de entrenamiento para ayudarte a que tu peludo responda a tus comandos, como también para que puedas enseñarle a controlar sus impulsos para frenar su reacción agresiva. El entrenador también ayudará a tu perrete a aceptar a otras personas y estar relajados mientras esté junto a ellos, y te puede brindar consejos para que tu y tus invitados se encuentren seguros en tu hogar.
1. Identificar el disparador o desencadenante
El primer paso importante es identificar qué es lo que le está molestando a tu perrete. ¿Comienza a correr de un lado al otro cuando escucha a las personas caminar al lado de la cerca de tu patio? ¿O tal vez se vuelve loco cuando alguien golpea la puerta de tu casa? Es posible que muestre sus dientes cuando alguien se acerca a su cama, comida o juguete favorito. Deberás crear un entrenamiento basado en el disparador que genera la reacción no deseada en tu perrete y de esta manera lidiar con este problema.
2. Reforzar un entrenamiento básico
Un entrenamiento confiable para que tu perro siga tus comandos puede prevenir comportamientos negativos o evitar que empeoren. Por ejemplo, si tu perro se sienta y se queda quieto cuando se lo ordenas, puedes aplicar la misma técnica en otra habitación cuando alguien toca la puerta de tu casa. Esta orden mantendrá a tu peludo calmado mientras te da el tiempo suficiente para darle la bienvenida a tus invitados.
Si tu perro le ladra a la gente a través de la cerca de tu patio, enseñarle a acudir a tu llamada asegurará que tu perrito entre rápidamente a tu casa cuando lo llames. Es conveniente iniciar el entrenamiento para que acuda a tu llamada dentro de casa, donde hay menos distracciones. Asegúrate de ofrecerle una recompensa deliciosa cuando lo haya hecho bien y trasládate al patio o jardín gradualmente.
Enséñale el comando “calla” si tu perro tiende a ladrar excesivamente al sentirse amenazado. Si a tu mejor amigo peludo le gusta sentarse frente a una ventana que da a la calle y ladrar todo el día, enseñarle a callar hará que se calme. Comienza el entrenamiento alejado de todos los otros disparadores – trasládate a una sala trasera si tu perro escucha sonidos o ve pasar a peatones.
Realiza entre 3 y 5 sesiones de entrenamiento todos los días para fortalecer su respuesta a tus comandos.
3. Evita utilizar el castigo
Si gritas, lo sobresaltas o lo castigas físicamente cuando su disparador se encuentra cerca, tu perro puede asociar a esa persona o animal desconocido con una verdadera amenaza. En el largo plazo estarás aumentando el miedo y la ansiedad de tu perro y lo peor es que esas señales de advertencia tan importantes pueden disminuir. Esto significa que tal vez logres frenar los ladridos y gruñidos de tu perrete pero podría llegar a morder sin ninguna advertencia. Esto puede ser extremadamente peligroso porque las personas pueden creer que tu peludo está a gusto si se acercan a él pero ¡tu peque podría atacarlos de manera impredecible! Es mucho más efectivo enseñarle el comportamiento que esperas de él cuando otros están cerca de su territorio.
4. Desensibilizar a tu perro de sus disparadores
La desensibilización y el contracondicionamiento cambian gradualmente la manera en que tu perro se siente frente a su disparador. Cuando cambias el estado emocional de tu perro en situaciones problemáticas también puedes cambiar sus reacciones. Sigue el ritmo de tu perro y nunca fuerces el entrenamiento si tu peque se siente abrumado.
Aquí tienes un pequeño ejemplo de lo que puedes hacer si tu perro reacciona mal cuando tienes visitas frente a la puerta de tu casa. ¡Cuéntale a tu visita sobre el entrenamiento de descensibilización antes de que llegue a tu casa! Llama la atención de tu perro y coge un trozo delicioso de pollo o queso. Pídele a tu amigo que toque el timbre y rápidamente ofrécele a tu mejor amigo de cuatro patas ese trocito de comida. Una vez que tu peque esté controlado y comportándose de la manera que deseas, puedes incrementar gradualmente la intensidad al abrir la puerta mientras tu perrito se encuentra sentado y quieto. Deja que vea a la visita amiga, cierra la puerta y ofrécele el chuche. Desarrolla estos pequeños pasos a lo largo del tiempo mientras que tu perrete construye lentamente su confianza y asocia a las visitas con cosas positivas.
5. Prevenir comportamientos agresivos
En las primeras etapas mientras tu perro trabaja en su entrenamiento, deberías tomar medidas para romper sus hábitos previniendo el acceso a sus disparadores. Por ejemplo, cierra las cortinas o utiliza vidrios polarizados en las ventanas que no le permitan mirar hacia afuera.
Cuando tus amigos te visiten, haz que se sientan seguros, colocando a tu perrete en otra habitación tras una puerta resistente. Gradualmente, a medida que tu perro es más obediente y gana confianza a la hora de asociar su disparador original con premios y ya no los ve como una amenaza, puedes retirar estas barreras. No deberían ser utilizadas como una solución a largo plazo y el objetivo debería ser eliminar estos métodos gradualmente.
6. Maneja la ansiedad de tu perro
Tu perro puede estar comportándose de manera agresiva porque siente que su territorio está siendo amenazado. Los perros son animales de manada – así que te ven naturalmente como el líder de su manada. Además tu peque responde a tu lenguaje corporal, las señales que le das con tus manos y el tono de tu voz. Trata de estar calmado, incluso cuando tu perro está tirando de la correa y ladrando.
Ayuda a tu mejor amigo a estar calmado al distraerlo con ejercicios físicos y mentales. Tu peque estará menos propenso a reaccionar si está ocupado o demasiado cansado para iniciar una pelea. Si has invitado a algunas personas, mantén a tu perro entretenido con juegos mentales o con juguetes que tengan mantequilla de maní dentro.
Si la agresión de tu perro es particularmente severa, es posible que se beneficie de una medicación prescrita por tu veterinario para calmarlo un poco. Pero recuerda que siempre debe estar acompañada por el entrenamiento ya mencionado porque los medicamentos por si solos no arreglarán el problema.
Tratar la agresión territorial puede ser un proceso gradual y frustrante. Pero con estos consejos, establecerás una base sólida para controlar y disminuir incidentes agresivos en casa. Si estás tratando con un perro agresivo y necesitas apoyo moral, no dudes en dejar un mensaje en los comentarios que ves a continuación o ¡escríbenos a nuestras cuentas de Facebook, Instagram o Twitter con el hashtag #DogBuddyes!