¿Hay algo más adorable que los niños y los perros? Aunque no lo creas, los niños y los perros tienen mucho en común: se excitan con facilidad, son cariñosos, carismáticos y totalmente dependientes.
Muchos niños se vuelven locos cuando ven a un perro y corren a abrazarlo. Los niños tienden a moverse rápidamente y se comportamiento puede ser imprevisible. A menudo pueden pisarle la cola o tropezar con una pata, montar al perro como si fuera un caballo o intentar asustarlo. Este tipo de conducta es frecuente y puede acabar en un mordisco.
Para evitar que el perro se asuste, los padres deben ser conscientes de que existe una forma adecuada de que su perro y sus niños se conozcan.
Cómo presentar a un niño y a un perro
Sigue estos sencillos pasos para asegurarte de que tu hijo trate a los perros como se merecen y que tengan una relación feliz.
Si conoces al perro
Enseña a tu hijo a saludar de forma segura al perro. Pregúntale al dueño primero si le puede tocar, si te da permiso, enseña a tu hijo a mostrar la palma de la mano y que el perro pueda olerla por detrás. Si el perro se aleja dile a tu hijo que el perro no quiere jugar y que lo tenemos que dejar tranquilo.
Si el perro quiere interactuar con tu hijo, puede acariciarle el lomo con suavidad o detrás de la oreja , nunca aproximarse directamente hacia la cabeza. Pídele a tu hijo que lo haga unas cinco veces y que pare unos segundos. El perro te hará saber si quiere más.
Enseña a tu hijo las señales de estrés. Si el perro muestra alguna de estas señales, tu hijo debe dejar de tocar al perro:
- Se relame
- Se queda congelado
- Desvía la mirada
- Orina
- Tiene las orejas hacia atrás
- Bosteza
- Levanta la pata
- Tiene el rabo hacia abajo
- Pone los ojos en blanco
Si no conoces al perro
Si un perro que no conoces se acerca a tu hijo, dile que permanezca inmóvil con los brazos cruzados y mirando al suelo hasta que el perro se vaya. Tienes que estar preparada para intervenir al menor indicio de inseguridad.
Recuerda siempre:
- Un perro nunca debe estar a solas con un perro, ni siquiera el de la familia.
- Acondiciona un lugar seguro y tranquilo para tu perro en casa lejos de los niños donde puedan estar si no se sienten cómodos.
- Nunca castigues a tu perro por gruñir, es su forma de expresar que no están cómodos y que quiere que le dejen tranquilo inmediatamente.
- Los niños tienen que comprender que acariciar a un perro es un privilegio, no un derecho.
Compartir es prevenir
No olvides compartir esta información con familiares y amigos para concienciarles sobre una buena interacción entre niños y perros.