¿Pueden resfriarse los perros?
Es posible que como dueño de perro te hayas preguntado si los perros pueden resfriarse. La respuesta es: si. Sin embargo, un resfriado perruno no es lo mismo que uno humano, de hecho se trata de un virus completamente diferente. Así que recuerda que un resfriado perruno no es contagioso para los humanos y lo mismo viceversa – luego hablaremos más en detalle sobre el tema.
Los peludos pueden sufrir de un resfriado canino común y corriente al igual que los seres humanos, los síntomas de un resfriado perruno pueden ser leves o graves. En esta guía, te ayudaremos a detectar las señales y a distinguir la diferencia entre un resfriado perruno leve, la fiebre canina algo más severa y la tos infame de las perreras.
Cómo detectar los síntomas de un resfriado canino común y corriente
Es horrible cuando tu cómplice de cuatro patas se siente decaído y no siempre es fácil detectar si debes llevarlo al veterinario, que puede ser una visita potencialmente cara, o si simplemente necesita unos días de descanso y relajación bajo las almohadas.
Los síntomas caninos más comunes pueden desarrollarse de una manera muy similar a los síntomas de los resfriados humanos – son los siguientes:
- Congestión o goteo nasal
- Tos
- Estornudos
- Ojos aguados
- Temperatura elevada
- Letargo o agotamiento general
Si notas alguno de estos síntomas en tu perrete, lo primero que debes hacer es tratar de disminuir los síntomas para evitar que tu peque desarrolle más virus peligrosos.
¿Por qué está tosiendo tanto mi perro? ¿Debería estar preocupado?
Lo que necesitas saber sobre la tos de las perreras
La tos de las perreras hace referencia a una bronquitis infecciosa de perros y puede surgir por una gran cantidad de diferentes virus y bacterias.
Sabrás rápidamente si tu perro tiene tos de las perreras, se trata de un virus particularmente desagradable y altamente contagioso, que se presenta por medio de una tos gutural, profunda y seca que suena como si fuera una mezcla de tos y un ladrido doloroso. La tos será persistente y normalmente va acompañada por nauseas desagradables. Es horrible ver (y oír) como tu perrete atraviesa esta enfermedad pero tranquilo que la tos de las perreras es muy común, no suele ser de vida o muerte en la mayoría de los casos y raramente conduce a problemas de salud a largo plazo.
La tos de las perreras suele desaparecer por si sola y sin tratamiento alguno en un par de semanas pero si tu perro es mayor, tiene una condición médica preexistente o si los síntomas perduran por más de tres días, deberías ir al veterinario.
Si piensas que tu peque tiene tos de las perreras, ¡que no cunda el pánico! – suena mucho peor de lo que en verdad es. Llama a tu veterinario y cuéntale los síntomas que has detectado en tu amigo peludo. El tratamiento varía en base a la edad de tu perro, otro tratamiento médico que haya tenido recientemente o una condición médica preexistente. Tu veterinario tendrá el expediente médico de tu peque y podrá recomendar el mejor tratamiento para tu mejor amigo de cuatro patas.
Como siguiente paso, asegúrate que tu peludo se encuentre alejado de otros perros. La tos de las perreras es altamente contagiosa. Cancela cualquier actividad de juego regular y si tienes un paseador perruno, debes avisarle lo antes posible, ya que es muy probable que otros perros hayan sido contagiados. El periodo de incubación es de 14 días, así que si tienes más de un perro, puedes estar seguro que todos se habrán contagiado.
Para que tu perrete se sienta más cómodo, quítale el collar (puedes cambiarlo por un arnés), mantén a tu peludo bien descansado – esto debería ser fácil de manejar, ya que tu amigo perruno estará de por si muy cansado y adolorido por la tos.
Sin embargo, la infección por si sola no hará que tu perro se sienta enfermo, por ende hay una posibilidad de que tu amiguito esté con muchas energías. En tal caso, trata de mantenerlo en un ambiente relajado, tranquilo y bien ventilado, esto ayudará a minimizar los ataques de tos, que pueden ser igual de alarmantes tanto para ti como para tu perro.
También debes animar a tu perro a que tome mucha agua fresca – es posible que tu mejor amigo de cuatro patas pierda el apetito, por ende esta es la oportunidad perfecta para malcriarlo un poquito y prepararle su plato favorito. La tos de las perreras se contagia rápidamente por medio de la saliva de los perros. Por este motivo, trata de mantener a tu perrito contagiado alejado de otros peludos durante una semana después de que haya parado la tos.
Existe una vacuna contra la tos de las perreras y usualmente es requisito que todos los perros que ingresan a una perrera sean vacunados contra esta enfermedad, ya que la infección puede propagarse fácilmente en este tipo de instalaciones (de ahí proviene su nombre).
Cómo darte cuenta si tu perro tiene fiebre canina
Cualquier humano que haya sido víctima de una fiebre real puede declarar que existe una gran diferencia entre un resfriado y la fiebre. Lo mismo puede decirse respecto a los perretes.
La fiebre canina muestra síntomas muy parecidos a los de un resfriado canino común y corriente – ojos llorosos, goteo nasal y estornudos. Sin embargo, la diferencia entre un perro con un resfriado y un perro afiebrado es que la fiebre canina afecta el sistema respiratorio de los peludos y genera disnea. Si esto no es tratado de manera correcta, la fiebre canina puede transformarse en neumonía – una condición muy seria que amenaza con la vida.
Contacta a tu veterinario inmediatamente si tu perro esta teniendo dificultades para respirar o si los síntomas iniciales del resfriado han ido empeorando o no han mejorado luego de 48 horas. La fiebre canina es desagradable y tu perrito se sentirá muy mal pero en la mayoría de los casos, mientras hayas tomado medidas rápidamente, podrás tratar la fiebre con antibióticos, reposo y mucho líquido.
Si tu veterinario piensa que es apropiado, le realizará a tu perrete un análisis para detectar si tiene fiebre canina y en caso de que tenga, le recetará una serie de antibióticos para reforzar su sistema inmunológico.
Cómo detectar si tu perro tiene moquillo canino
El moquillo canino es una infección viral que es contagiosa para los perros y también para otros animales. Se trata de un virus emparentado con el virus del sarampión que afecta a los humanos y es altamente contagioso. Puede ser transmitido a otros perros – como también a otros animales, incluyendo los zorros y los hurones si toman contacto directo con el animal infectado. También puede ser propagado por medio del aire. El virus del moquillo canino es diferente al equivalente felino, así que si tu perro desarrolla síntomas del moquillo canino, no podrá contagiar a tu gato. Lógicamente, tu perro tampoco podrá ser contagiado por un gato.
Existen varias cepas del moquillo canino también conocido como “enfermedad de Carré”. Los síntomas incluyen el endurecimiento de las patas y la nariz, altas temperaturas, enrojecimiento de los ojos, letargo, secreción acuosa de los ojos y la nariz, pérdida de apetito, vómitos, diarrea, una tos persistente y convulsiones.
Debido a su naturaleza agresiva y alta tasa de mortalidad, es altamente recomendable vacunar a tu perro y realizar inyecciones de refuerzo anuales. Esto esta incluido en el tablero estándar de vacunas que tu perro recibe siendo un cachorro y que debe aplicarse anualmente como refuerzo.
¿He contagiado a mi perro y por eso tiene fiebre? ¿Cómo puedo ayudarlo a sanar?
El resfriado de tu perro no puede ser prevenido así que trata de no preocuparte por ello – puede ocurrir. Mientras que tu perro tenga todas las vacunas necesarias, no hay mucho más que puedas hacer para protegerlo y evitar que un virus ingrese en su cuerpito. Podrías envolverlo en lana de algodón pero probablemente no le agrade mucho – a tu gato tal vez si le parezca divertido. Hablando del reino felino, no es culpa del gato tampoco; las enfermedades respiratorias que generan síntomas parecidos al resfriado son específicas de cada especie, así que a pesar de que tu gato y tu perro compartan pulgas (cuidar es compartir) – no compartirán el mismo virus.
Como hemos dicho anteriormente, resfriados y fiebre no pueden ser transmitidos de humanos a perros – o viceversa – así que, a pesar de que hayas tenido un resfriado terrible, no podrías haber contagiado a tu perrete ni aunque quisieras. Asimismo, tu perrito se sentirá verdaderamente bajoneado si tiene un resfriado, así que acurrucarse junto a él y malcriarlo por un par de días no dañará a ninguno de los dos.
Mi perro tiene un pequeño resfriado, ¿pueden tener alergias los perros?
Si, los perros pueden desarrollar una reacción alérgica, conocida como atopia canina. Pero es poco probable que los síntomas de un resfriado canino deriven de una alergia. Los perretes pueden tener reacciones adversas a todo tipo de cosas, incluyendo; determinados alimentos, pulgas y garrapatas, hongos, otros animales y fiebre de heno. Las reacciones alérgicas típicas suelen ser comezón, problemas digestivos, y no suelen asociarse a los síntomas de un resfriado.
¿Qué puedes darle a tu perrito cuando está resfriado?
Una vez que hayas descifrado que se trata de un resfriado, no hay mucho más que puedas hacer por él mas que brindarle un cuidado general basado en el sentido común. Trata que realice menos actividad física y realiza paseos cortos con él, por lo menos por algunos días. Además, anímalo a que descanse por algunos días para que su sistema inmunológico se fortalezca y asegúrate que esté bebiendo suficiente agua fresca. Una habitación cálida y hogareña sin corriente de aire fría ayudará a que tu perrete mejore; también puedes armarle una camita a tu peludo en el baño para que pueda beneficiarse del vapor del ambiente mientras te duchas.
¿Cómo deshacerse del resfriado perruno?
No existe un método rápido para deshacerse del resfriado perruno. Además de seguir las instrucciones que encuentras en los párrafos anteriores, trata de hacer todo lo posible por mantener la salud de tu mejor amigo en perfecto estado para que, de esta manera, su sistema inmunológico permanezca lo mas fuerte posible y así evite gérmenes que puedan ser muy molestos para tu peque.
Cómo mantener a tu perrito lo más sano posible:
- Chequeos anuales en el veterinario
- Refuerzo anual de vacunas
- Regístrate en las actualizaciones de las prácticas recomendables de tu veterinario de la zona – la mayoría de los veterinarios te mantendrán alerta si existe alguna enfermedad o problema en tu barrio que pueda afectarte a ti y a tu perro
- Asegúrate que tu perro reciba suficiente aire fresco, ejercite diariamente y disfrute de una dieta saludable
- Limpia regularmente la cama de tu mejor amigo peludo, sus juguetes, su recipiente de comida y su bebedero – especialmente si estos están siendo compartidos con otras mascotas.
- Que tu perro siempre tenga un bebedero con agua fresca disponible en todo momento
- Realiza un chequeo visual de tu perro una vez por semana – controla sus orejas y patas, mira si encuentras bultos, moretones o manchas en su piel y estate atento a cualquier cambio en el aliento, en los dientes y en el color de sus encías
Mi perro parece estar bien ahora, ¿estará fingiendo un resfriado?
Usualmente, cuando tu perro parece sentirse mal es porque realmente se siente mal y deberías pedir un consejo de tu veterinario o vigilarlo de cerca durante por lo menos 48 horas para buscar señales de que la condición de tu peludo ha mejorado o empeorado. Sin embargo, a veces puede ocurrir que algún canino astuto haya aprendido a engatusar a su dueño y logre obtener toda la atención que desea fingiendo que está enfermo.
Este tipo de comportamiento puede desarrollarse cuando tu perro se ha recuperado recientemente de una enfermedad y ha notado una disminución en la atención que le estás dando ahora que se está recuperando. Si te han dicho que tu peque se encuentra bien y tu veterinario no puede encontrar nada a nivel médico que pueda afectar su salud, es probable que tu perrito haya desarrollado un comportamiento aprendido por experiencia – tu peludo sabe que si se hace el enfermo, se rasca, tose o aúlle, recibirá mucha atención de su humano favorito. Por un lado, es adorable pero también puede generar otros problemas de comportamiento, y ni hablar de las visitas costosas e innecesarias al veterinario.
Tu perro puede estar fingiendo una enfermedad si aparenta tener el control de sus síntomas – por ejemplo, no muestra ningún tipo de síntoma si tiene permiso para estar en tu cama, pero de pronto vuelve a “sentirse muy decaído” cuando le indicas que baje de tu cama y se acueste en la suya.
Si se ha descartado una enfermedad genuina, puedes intentar combatir estos comportamientos manipuladores ignorando los supuestos síntomas, y luego felicítalo cuando se comporte de manera normal. También podrías preguntarte si ha habido un cambio en la rutina de tu perrete que lo haya hecho sentir inseguro. Tal vez un nuevo bebé en la casa, una mudanza o cualquier otro tipo de cambio que haya generado confusión en tu peludo. Por este motivo, es importante que le demuestres mucho amor, trates de hacerlo sentir a salvo – y obviamente hacerle recordar quien es el jefe (lo eres tu, por cierto).
¿Qué tipo de razas son más susceptibles al frío?
Como ocurre con los humanos, los perros no pueden resfriarse solo por el hecho de estar al aire libre pero existen algunas razas que no son muy tolerantes a las condiciones climáticas extremas y las bajas temperaturas del invierno pueden afectar su salud. Mientras que algunas razas pueden adaptarse bien a las bajas temperaturas, ya que cuentan con un alto porcentaje de grasa aislante y una capa de piel gruesa – otras realmente sufren frente a una caída importante de temperatura.
Los galgos, whippets, chihuahuas y otras razas delgadas y pequeñas tendrán que ser vigiladas de cerca cuando las temperaturas sean muy bajas. Cuando se trata de hacer ejercicio, lo mejor para este tipo de razas de perros será realizar paseos cortos y saludables y no largos y agotadores. También puedes cubrir a tu perrete con un abrigo de perro aislante para aumentar la protección de tu amigo de cuatro patas. Si tu perro se rehusa a salir a dar una vuelta porque esta húmedo o hace mucho frío, trata de realizar juegos dentro de casa para entretenerlo hasta que mejore el clima. Puedes leer más sobre como proteger a tu perrete del frío aquí.
Para concluir…
- Si tu perro se encuentra algo decaído, vigílalo de cerca por unos días (es una buena excusa para darle una dosis extra de besos y abrazos).
- Llama a tu veterinario DE INMEDIATO si tu perro tiene problemas para respirar, no está bebiendo demasiado o se encuentra extremadamente letárgico.
- Si los síntomas empeoran o no han mejorado luego de un par de días, no te estreses y llama a tu veterinario.
- Si sospechas que tu peludo tiene tos de las perreras, llama siempre primero a tu veterinario en lugar de presentarte sin cita previa. La tos de las perreras es contagiosa, por ende es posible que pongas en riesgo a otros perros en la sala de espera. Tu veterinario te dará consejos por teléfono y te dirá si es necesario que vayas a verlo o si puedes tratar su tos en casa.
- Realiza chequeos y refuerzos anuales constantes.
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