Tom adoptó a Mel en una protectora y fue amor a primera vista.
Después de un par de semanas de estar juntos, Tom empezó a notar que a Mel, un pitbull de 8 años, le costaba andar. El veterinario le diagnosticó un trastorno neurológico que le impide andar bien. Tom no se dejó desalentar y contactó con una empresa que construye sillas de ruedas a medida y encargó una especial para su querido perrete.
Mel ha tardado un poco en acostumbrarse a su nueva silla pero, al cabo de un tiempo, empezó a sentirse cómodo y a gusto.
Tom es fotógrafo profesional y se lleva a Mel a todos lados… desde las playas de Florida hasta las montañas de Colorado.
Aquí os enseñamos algunas fotos de sus aventuras juntos:
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